Economía de las tres R como fórmula para alcanzar el desarrollo sostenible
Economía de las tres R, nuevo modelo de producción y consumo sostenible

La economía circular o la economía de las tres R se ha posicionado como uno de los principales modelos de producción y consumo alternativos para alcanzar la sostenibilidad de la economía en su triple vertiente.
La sociedad tiene una conciencia medioambiental mayor
La sociedad actual muestra una mayor preocupación por el medioambiente, lo cual ha llevado a demandar un cambio en la forma en que producimos y consumimos los recursos, con el objetivo de lograr un mayor equilibrio con los espacios naturales y neutralizar los impactos negativos en los ecosistemas.
Durante las últimas décadas del siglo XX, hubo un aumento en la búsqueda de modelos de producción y consumo responsables, basados en el desarrollo sostenible.
La teoría de sistemas facilita la búsqueda de modelos de sistema de producción y consumo alternativos
Principalmente gracias a la teoría de sistemas, que permitió identificar a los modelos productivos como unidades multidimensionales compuestas por diversos factores, que generaban tanto resultados positivos como negativos, pero siempre velando por la neutralidad medioambiental.
Entre estos modelos, destaca la economía circular, cuya definición occidental se estableció a fines de la década de 1980.
La Unión Europea apuesta por la economía circular en su modelo económico
Actualmente, la economía circular es uno de los sistemas de producción y consumo más populares, especialmente porque fue adoptada por la Unión Europea para enfrentar los desafíos medioambientales planteados en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
En este artículo, se definirá en qué consiste realmente la economía circular.
Simplicidad de las tres R
Como se ha mencionado anteriormente, la economía de las tres R es un sistema de producción y consumo que ofrece una alternativa al modelo lineal actual.
La economía lineal, en muchos casos, desperdicia los recursos naturales consumidos debido al uso inadecuado y desecho instantáneo de los productos fabricados.
La economía circular tiene tres R fundamentales: reducir, reutilizar y reciclar
La economía circular tiene en cuenta los límites biofísicos de los ecosistemas como parte de sus principios. Es decir, reconoce la capacidad finita del Planeta Tierra para producir materias primas y fabricar insumos, lo cual se refleja en «las tres R fundamentales».
Kirchherr y colaboradores definen a la economía circular como un “sistema económico que sustituye el concepto de «fin de vida» por la reutilización, la reducción alternativa, el reciclaje y la recuperación de materiales en los procesos de producción/distribución y consumo. Opera a nivel micro (productos, empresas, consumidores), meso (parques ecoindustriales) y macro (ciudad, región, nación y más allá), con el objetivo de lograr un desarrollo sostenible, creando así simultáneamente calidad medioambiental, prosperidad económica y equidad social, en beneficio de las generaciones actuales y futuras. Esto es posible gracias a nuevos modelos empresariales y a consumidores responsables”.
En definitiva, la economía de las tres R o economía circular, se puede definir como un sistema de producción y consumo que busca reducir la utilización de materias primas, reutilizar los subproductos o elementos secundarios generados en los procesos productivos y reciclar los residuos que no pueden ser aprovechados.
Por tanto, la economía de las tres R aboga por implementar un sistema circular para todas las materias primas utilizadas en las actividades económicas.

Hasta 10 R
Existen otros modelos de economía circular que incrementan hasta 10 sus R
La definición teórica de la economía circular ha generado mucho debate. Como es lógico, la tendencia ha sido simplificar o fusionar los principios para facilitar su aplicación y mejorar la comunicación del modelo al público en general.
En la literatura se reconocen diferentes significados de economía circular, algunos de los cuales incluyen hasta 10 R, que son considerados los más completos. La siguiente figura muestra las características de este sistema.
La ampliación del modelo de producción y consumo a las 10 R nos permite separar los principios de acuerdo a su utilidad. Así, tenemos R destinadas a aplicar de manera útil los materiales, a utilizar de forma inteligente los productos y a incrementar la vida útil de los insumos o artículos ensamblados.
Además, la economía circular abarca tanto la forma de producir los insumos como la manera de aprovechar los subproductos y reciclar los residuos.
La economía circular abarca tanto la forma de producir los insumos cómo la forma de aprovechar los subproductos o reciclar los residuos
En segundo lugar, el aumento de las R en la economía circular nos permite comprender aún más en qué consiste realmente este sistema de producción y consumo alternativo. No se centra exclusivamente en la fase final de los procesos de producción, sino que abarca la totalidad del proceso productivo, con el objetivo de reducir la demanda de materias primas.

Problema de la simplicidad
La simplicidad del concepto de la economía circular tiene ciertas ventajas, ya que favorece su aplicabilidad y facilita la comunicación a la población general. Sin embargo, la simplicidad también tiene desventajas, siendo el principal la pérdida de identidad del modelo y la imposibilidad de cumplir sus objetivos principales, que es reducir la huella medioambiental del progreso humano.
Este tema ha sido abordado por Kirchherr y sus colaboradores en una revisión exhaustiva de casi 120 definiciones de economía circular. Los autores llegan a la conclusión de que muchas investigaciones ignoran el principio de reducir en casi el 50 % de los casos, posiblemente debido a su relación con la reducción del consumo.
En cambio, Kirchherr y sus colaboradores enfatizan que los principios de reciclaje (72 %) y reutilización (70 %) han sido realzados.
Con lo indicado anteriormente, se simplifica la aplicabilidad del modelo circular para las empresas, centrándose únicamente en mejorar la tasa de reciclaje. Sin embargo, deja de lado la forma de proceder en las etapas iniciales, que también son abordadas por la economía de las tres R o diez. Y, por tanto, la imposibilidad de conseguir todos los objetivos que se persiguen cumplir con el modelo de producción y consumo alternativo.